Mi padre, periodista, locutor y director de radio, siempre quiso que trabajara en los medios, sin embargo, nunca tuve la idea de dedicarme a ello.
En 1998 tras el final de una larga etapa de viajes por Oriente, un amigo me ofreció colaborar como narradora en sus documentales de viajes. Aquella inesperada propuesta llegó en el momento perfecto y se convirtió en la puerta de entrada a esta profesión, tan cercana y lejana a la vez, permitiéndome descubrir y desarrollar otra faceta de mí misma que hasta ese momento desconocía. Mi vida dio un giro hacia el mundo de la comunicación y el maravilloso arte de comunicar e interpretar a través del micrófono , aprendiendo de la mano de los mejores profesionales del momento